Cuando se pueda hacer ecoeficiente alguno de los procesos del ciclo productivo de la actividad económica de una empresa, para mejorar su desempeño económico actual y ampliar su oferta de productos o servicios, existirá la posibilidad de que la inversión que se requiera pueda ser financiada con recursos de fuentes de financiamiento de tesis verde.
Un proceso es ecoeficiente cuando asegura un uso sostenible, eficiente y optimizado de los recursos energéticos y las materias primas, y disminuye al máximo los residuos y emisiones generados en el proceso de producción de un determinado producto o de prestación de un servicio.
Hoy en todo el mundo se fomentan medidas de toda escala para promover el ahorro y eficiencia energética, así como en pro del cambio gradual a fuentes de energía renovables, que minimicen la huella de carbono (totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un proceso).
También puede lograrse ecoeficiencia haciendo una gestión eficiente del agua y optimizando su uso racional, a fin de reducir el despilfarro y favorecer su reutilización, para protejer los ecosistemas del agua.
También se puede lograr ecoeficiencia en la empresa, mejorando la gestión de residuos, buscando alternativas orientadas a reducir la cantidad de residuos o bien facilitar su valorización y/o eliminación controlada y responsable.
Para financiar todos estos cambios en el modo de producción de las empresas, se ha desarrollado un mercado de capital y de deuda verde, púbico y privado, al que pueden acudir las empresas para levantar recursos financieros en condiciones concesionales, en muchos de los casos, a condición de que se valide la tecnología de ecoeficiencia a implementar y que dichos recursos sean destinados exclusivamente a financiar la implementación respectiva.
Los bonos verdes son el instrumento financiero de mayor colocación y atractivo para los inversores. Sin embargo, también se emiten y colocan acciones verdes de empresas que, se concentran principalmente en sectores como energías alternativas, eficiencia energética y de materiales, transporte limpio, construcción ecológica, gestión del agua y gestión y el reciclaje de residuos.
Específicamente, los recursos captados por bonos y acciones verdes se emplean exclusivamente para financiar proyectos sobre energías renovables, eficiencia energética, transporte limpio, gestión sostenible del agua y edificios ecológicos. Con la publicación de los Principios de Bonos Verdes (GBP, por sus siglas en inglés), el mercado de bonos verdes se ha convertido en uno de los segmentos de capital internacional de más rápido crecimiento.
Se estima que el mercado mundial de deuda verde para 2020 se situó en USD290bn, registrando un aumento del 9% en comparación con 2019. Si bien aumentó el número de emisores, disminuyó el número de instrumentos. El tamaño promedio de los instrumentos individuales emitidos bajo la etiqueta verde fue el más pequeño que el de los bonos sociales y de sostenibilidad.
El 85% del total del mercado de deuda verde en 2020 se concentró en Energía, Edificios y Transporte, y las cuatro quintas partes del volumen se originó en los mercados desarrollados en 2020, en comparación con el 73% en 2019. Los mercados emergentes representaron el 16% frente al 22% del año anterior, mientras que las entidades supranacionales (SNAT) contribuyeron con el 4% frente al 5% en 2019. Europa fue la mayor fuente de deuda verde en 2020 con USD165 mil millones o el 48% del total, y América del Norte se mantuvo estática respecto al año anterior con US$61,5 mil millones en comparación con US$60 mil millones en 2019. Los bonos de China alcanzaron USD22.4bn, o el 70% del total de 2019 de USD31.4bn.
Se espera que hacia el 2024, todos los gobiernos de los países de américa latina, intensifican sus políticas y sus esfuerzos para facilitar a las empresas de la mayor parte de las actividades económicas incorporar practicas de negocios ecoeficientes que contribuyan a reducir los impactos del cambio climático.
Desde 1993 el Perú es parte de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que en el 2010 creó el Fondo Verde del Clima (FVC), para financiar recursos a gran escala programas y proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático en cada país miembro. El Perú, a través de los ministerios de economía y ambiente, emite la no objeción de los proyectos elegibles que pueden presentarse al FVC para acceder a financiamiento.
Si usted está planeando formular un proyecto que puede ser elegible para el FVC, MAXIMIXE puede ayudarlo a aplicar al procedimiento para lograr la No Objeción de parte del gobierno del Perú para acceder a recursos del FVC. Para que pueda alcanzar su propósito, póngase en contacto con MAXIMIXE al correo jsanchez@maximixe.com o al Whatsapp 51-997518093 o 51-997518096.