Lidere de verdad las mejoras en su empresa

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Según Donald Kieffer, profesor de Gestión de Operaciones en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) de Boston, EE.UU., el 70% de los proyectos de mejora de desempeño, a nivel mundial, no llegan a alcanzar sus objetivos. La causa principal: fallan en la implementación.

Dichos proyectos fracasan porque, al planear su implementación, no se considera como una variable independiente lo que todos sabemos que es variable: el ser humano. Sabemos -intuitivamente- que no existen dos personas iguales y, hablando de ellas como recurso humano, sabemos que no todas se motivan igual, se desempeñan igual, tienen las mismas capacidades, la misma formación, la misma edad, la misma historia personal, etc. En consecuencia, cuando la empresa quiere implementar un cambio, que es en esencia lo que una mejora es, no todos reaccionarán de la misma forma.

Aun cuando la actitud hacia el cambio se hubiera trabajado previamente, haciendo participar a todos en el análisis de los problemas, elección de las alternativas de solución, y planeamiento de la implementación, el paso a los hechos puede probar ser particularmente difícil, o lento. Nuestra gente no consigue internalizar el cambio según lo planeado. Lo cual nos lleva a una diferencia entre personas que no es observable directamente: nuestros cerebros. Tampoco existen dos cerebros iguales.

El MIT, que lidera a nivel mundial la investigación en Neurociencias a través del trabajo conjunto de su Departamento de Ciencias Cognitivas y del Cerebro, su Instituto McGovern de Investigaciones del Cerebro -fundado en el año 2000- y su Instituto Picower de Aprendizaje y Memoria -fundado en 2002-, ha llegado a la conclusión de que los distintos cerebros aprenden y aprehenden (con “H”) de manera distinta. Hay trabajadores a quienes (¿o debiéramos decir: “a cuyos cerebros…”?) les basta “leer” una tabla con los cambios introducidos en un proceso para cambiar su forma de trabajar en un solo día, otros necesitan poner sus manos en acción y “tocar” las modificaciones, “escribir” un diario con sus progresos, otros prefieren “oir” repetidas veces las nuevas advertencias de seguridad para internalizarlas, otros necesitan “ver” colgados en la pared gráficos y fotografías que muestren su avance, “sentir” la presión de posibles premios o castigos, etc. También hay quienes requieren ser parte de un grupo más o menos numeroso para entusiasmarse con el cambio. En fin, que se dan tantas combinaciones como personas/cerebros participan en los proyectos de mejora.

¿Cómo aumentamos entonces la probabilidad de éxito de nuestros proyectos de mejora? Pues, usando todas las herramientas a nuestra disposición, siendo el liderazgo la principal de ellas. El líder no solo debe supervisar desde la barrera, debe involucrarse en las iniciativas y descubrir cuáles son las más efectivas según el grupo humano que le ha tocado dirigir. Lo que funcionó bien en una empresa puede no funcionar en otra. Obviamente, todo esto se traduce en tiempo, el recurso más escaso de los gerentes. No queda más remedio que hacerse de tiempo, administrándolo mejor.

Un problema asociado es que los ingenieros, que son quienes acostumbran encargarse de las mejoras de los procesos operativos, no suelen estar bien entrenados en habilidades blandas. Sus cerebros han sido formateados en sus universidades para interactuar bien con algoritmos matemáticos, sistemas y máquinas. Eso resulta insuficiente para liderar un cambio en la forma de trabajar de una organización. El reto planteado por la adopción de sistemas de gestión, como los promovidos por las normas ISO, requiere de formación complementaria. No queda más alternativa que adquirirla.

Nuestro grupo humano es único, la competencia no puede copiarlo. Volverlo más competitivo es un reto que toca asumir con la mente muy abierta. 

Si usted está planeando hacer mejoras en los procesos operativos de su empresa, que redunden en beneficios económicos para sus accionistas, MAXIMIXE puede ayudarlo para lograr dicho propósito. Para conocer la manera cómo MAXIMIXE puede brindarle el soporte profesional requerido, escríbanos al correo maximixe@maximixe.com o al Whatsapp 51-997518096.

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